A finales de los 50, y experimentada mi capacidad de sufrimiento para el ejercicio físico además mi espíritu metódico y disciplinado. Quizá heredado, me hizo decidirme y comprometerme con el deporte. Por una serie de circunstancias me hice socio del Gimnasio del Real Madrid Club de Fútbol, que se había inaugurado en 1957 y estaba en los bajos del Estadio Santiago Bernabeu.
Más tarde a comienzo de los años 60 y gracias a mi amigo Graciano Molina me decidí por algo mas especifico entonces desconocido, el Judo. Esta práctica me “encanto” y dada la gran condición física que tenia, comenzó en breve a darme buenos resultados.
Aquella nueva aventura la compartía con excursiones a la Sierra de Madrid, gracias al coche que teníamos en casa. Un Ford B.B. 17 H.P. y del año 36. Este coche, su propietario Valenciano, lo desmonto y escondió durante la Guerra Civil Española. De manera que cuando esta terminó lo volvió recuperar flamante. Nosotros lo conseguimos en los años 50 no tenía muchos Kilómetros.
Mi Padre como premio al haber aprobado el bachillerato, organizo un viaje de Madrid, Barcelona, Valencia y Alicante. Este viaje me permitiría por primera vez ver el Mar. Mi Padre nos lo enseñaba como algo muy familiar para el, que en la Guerra Civil Española tuvo que recorrer siguiendo al Gobierno de La República que de Madrid paso a Valencia y mas tarde Barcelona. Era el conductor de un gran Jefe de Artillería y su misión era transmitir las ordenes del Gobierno al frente del Ebro; años 37,38.
De esta manera aquel verano entre el Judo y los viajes.“Mi Corazón estaba repartido”.
T. Sánchez senior consigue el carnet de conducir falsificando la edad. Había estallado la guerra y con 17 años, en Madrid, se alisto voluntario al cuerpo de automovilismo; le designaron este coche que aparece junto al escolta. Studebaker President (Sedan) 8 cilindros. Importado de America y fabricado en 1928
Pasado algunos meses le destinaron al frente bajo las órdenes de un importante jefe de artillería y siguiendo al gobierno de la república estaba instalado en Valencia; tenía la misión de llevar las órdenes al frente en el Ebro.
Año 39 tras pasar por el campo de concentración tubo que incorporarse al servicio militar, pues tenía 20 años. Naturalmente dada su experiencia fue destinado automovilismo y en esta ocasión designado al servicio del General Moscardó. En la foto el auto con el que prestaba estos servicios al ¡General Moscardo e Hijos! Marca Studebaker Commander (Sedan) 6 cilindros, aparcado frente a la Capitanía General, Calle Mayor esquina a Calle Bailen. Podemos observar, el que aun se mantiene abierto, bar El Anciano.
T. Sánchez Jr. (1946) con tres años sobre el coche que tenía en ese momento su padre estacionado en el paseo de las delicias, hoy paisaje desconocido. Marca Renault modelo ZY.
Algunos años más tarde la familia Sánchez compró este Ford A 8 H.P que lo tenía en el corral y servía de gallinero al médico de Pozuelo de Alarcón. Año 1958.
Con quince años y en este auto aprendí a conducir. De tal manera que se lo quitaba a mi padre de la cochera, y junto a mi amigo Pedro Jara “Períco” íbamos al encuentro de nuestras amigas, en la calle Antonio López. En el auto recorríamos el distritito de La Arganzuela como si fuera una “tourne”. Tuvimos suerte y nunca nos paró la policía. Nos lo pasábamos genial, claro que, en aquella época había poco trafico, no existían semáforos y los coches no tenían intermitente.
Por otro lado, con 15 años 1958, además de aprender a conducir tocaba el acordeón. Un año más tarde, con 16 años, y cara de buen chico hacia mis trastadas. En la foto en compañía de mi madre.
Años más tarde cambiamos el Forito 8 caballos por uno mayor Ford B.B 17 H.P. del año 36. Este coche, su propietario Valenciano, lo desmonto y escondió durante la Guerra Civil Española. De manera que cuando esta terminó lo volvió recuperar flamante. Nosotros lo conseguimos en los años 50 no tenía muchos Kilómetros.
Mi Padre como premio al haber aprobado el bachillerato, organizo un viaje de Madrid, Barcelona, Valencia y Alicante. Este viaje me permitiría por primera vez ver el Mar. Mi Padre nos lo enseñaba como algo muy familiar para el, que en la Guerra Civil Española tuvo que recorrer siguiendo al Gobierno de La República que de Madrid paso a Valencia y mas tarde Barcelona.
Hacíamos frecuentes excursiones a la sierra de Madrid. Puerto de la Morcuera. En la foto “el Ford con el capó levantado para mejor ventilación” y junto la moto de mi amigo Ramón una Harley Davidson, doce caballos con sidecar. Era (1961)
Con 17 años, 1960, cogía esta Norton con sidecar que era de mi tío Julio y yo la utilizaba sin que el lo supiera para dar un “garbeo” por Madrid con los amigos. En una ocasión subimos a La Puerta de Toledo, seguimos por Bailén y bajamos por La Cuesta de la Vega. Metí mas gas de lo debido, en una de las curvas, se me levanto el sidecar dos palmos del suelo, por milagro no volcamos. El susto que me lleve “fue morrocotudo” pero el de mi amigo que iba de copiloto fue mucho mayor. No es que fuera muy rebelde, lo que si era es muy aventurero.
En el año 1966 cambiamos de coche, en esta ocasión un Opel Kapitän 6 cilindros….. Aparcado en la Calle Argumosa junto a Lava píes de Madrid. Era otro clásico de la época.
En esta ocasión en el puerto de Alicante de vacaciones en la playa. (19667)
La vespa modelo 150, también es una moto clásica. Con ella conocí El cabo de Peñas en Avilés y al año siguiente Los Picos de Europa. (1967). En esta ocasión en La Sierra de Madrid.
Ya en el año 1968 volvimos a cambiar. De una parte y tras las moto Vespa. El Renault 4.4 y Mi Padre el Ford Taunus ranchera del año 1959 que había traído un primo mío emigrante en Alemania. La foto está tomada en Gredos.
1969 Cambie, el Renault por el novedoso Seat 850 coupe en rojo y tapizado en blanco. Lo estrené recorriendo Portugal de sur a norte. Mas tarde con el conocí los Pirineos, el Catalán, El Aragonés y El Navarro. Foto tomada en Andorra. La segunda foto tomada cuando mi amigo Willy, el judoka que se quedo con el 4.4 y yo partíamos a correr a La casa de Campo un domingo de mañana
Ya en el 1980 me hice con otro clásico El Dodge Dart 3700, 6 cilindros. También compre un remolque Comanche. Disfruté haciendo viajes pero ya en familia. En la sierra de Madrid acampados en el año 1981 en La Pedriza junto al río Manzanares. Y en el 1982 en Rascafrias
En el 1985 me hice con otro clásico Chrysler 1.800. O al menos yo lo vendí 30 años después en esta condición. Pasé a la Caravana, en la foto saliendo del Camping Sanguili (Tarragona) 1986 y además asistí a algunos cursos de Aikido en Francia.
En el 2005 cambie nuevamente y en esta ocasión otro coche Alemán asegurándome la buena mecánica y fama de estos. Audi 100, 5 Cilindros con unos cuantos años más, creo que también será catalogado como de época.
Estoy convencido que de haberlos conservado, hoy tendría una buena colección de “Coches de Época”.