Primero había sido el Judo, a continuación el Aikido, y en agosto del año 1971, mi casamiento. Estos tres acontecimientos contribuyeron de manera definitiva a poner rumbo a mi vida.
Con mi amigo, Aikidoka, Tomás de Miguel.
El 11 de agosto, fecha de la boda, amaneció un día espléndido de verano, que tras la ceremonia culminaría en una fiesta formidable. Y allí, junto a los familiares de rigor no podían faltar mis amigos del Aikido: Tomás de Miguel, Antonio Ponce y José Romero. En aquella primera época del Aikido los entonces principiantes estábamos muy unidos por una causa común, nuestra práctica.
Agosto 1971, aikidokas que compartieron conmigo otros momentos importantes. Antonio Ponce, Tomás de Miguel y José Romero.
Antonio Ponce y Tomás Sánchez.
Mi primo Roberto, que trabajaba en una agencia de viajes, me organizó el viaje de novios: en coche a Barcelona, donde embarcamos en el canguro que nos llevaría por mar hasta Génova. Desde allí subimos a Milán y a Venecia, y tras unos días de visita, nos instalamos en un camping del Adriático. Una semana después llegamos al hotel en el que nos hospedaríamos, en Desenzano, pintoresca localidad a orillas del Lago de Garda (el lago más grande de Italia, al pie de los Alpes) lugar en el que se celebraba el IV Curso de verano de Aikido dirigido por Tada Sensei, 8º dan.
En el Ferri (Canguro) que nos llevaba a Génova en viaje de novios.
Desembarco en el puerto de Génova.
Recorrido turístico por la Venecia tradicional. En aquellos tiempos era muy agradable, puesto que hace cuarenta años, no lo invadían tanto turismo.
Nos instalamos unos días en un camping de la costa del Adriático.
Visita al Lago di Garda, en cuya población estábamos hospedados.
Era un curso muy intenso, y magistral por la categoría de los responsables: Tada Sensei (8º dan), Tamura Sensei (7º dan), Noro Sensei 6º dan), Nakazono (6ºdan), Chiba Sensei (6º dan), Asai Sensei (6º dan), teniendo como ayudantes a Kitaura (4º dan) y Fujimoto; quizá quede alguno más que no recuerdo. Este curso fue el último en el que se reunían estos grandes Maestros japoneses instalados en Europa.
Hiroshi Tada, 8º Dan Aikikai.
Tamura Sensei 7º Dan Aikikai.
Chiba Sensei 6º Dan.
Mutsuharo Nakazono 6º Dan.
Katsuaki Asai 6º Dan Aikikai.
Para mí fue un fabuloso regalo de boda. Siendo 1er Kyu, el poder dedicar una semana entera exclusivamente a hacer Aikido, en horario de mañana y tarde, y con estos maestros, fue una experiencia extraordinaria.
También tuve en aquella ocasión mi momento de protagonismo, siendo por cierto el único español, pues el último día se organizó una exhibición (Embukai) en la que participé como uke de Kitaura Sensei.
Era un marco especial tanto por la categoría de los Maestros como por el nivel de los participantes, que representaban lo mejor de cada país. Había además numeroso público que nos observaba muy atentamente, lo que contribuía a crear aún más expectación y depositaba, por tanto, mayor responsabilidad sobre quienes debíamos hacer la demostración. Todavía conservo con mucho orgullo el diploma de asistencia firmado por todos los Maestros.
Diploma Asistencia Curso en Italia, Agosto del 1971. Podemos observar la firma de todos los maestros que fueron los responsables del evento.
Regresamos a Madrid y, en apenas unos días, ya estaba metido en otro gran curso. Era el de titulación que organizaba la Federación Española de Judo, pues ésta incluía entonces las disciplinas del Karate y el Aikido. El delegado del Aikido era Jorge Laboirie y el reconocido como técnico, el Maestro Tamura. Dicho curso se celebró del 6 al 17 de Septiembre en sesión de mañana y tarde.
Con el tiempo he comprendido que hubo dos circunstancias que influyeron en el desarrollo del Aikido en España: que el Maestro Kitaura fijara su residencia en Madrid y se dedicara a impartir clases, y la buena relación que se estableció entre el Maestro Tamura y D. Antonio García de la Fuente, Presidente de la F.E. de Judo y D.A.
Jorge Laboirie era un francés alumno del Maestro Tamura y establecido en Palma de Mallorca que entabló contacto con otro francés, Roland Burger, director técnico de Judo quienes a su vez pusieron en relación al Maestro Tamura con el presidente García de la Fuente.
Como resultado de esta mediación se designó al Maestro Tamura como director técnico del curso de titulación de Aikido y responsable de pasar de grado dan al finalizar este.
El hecho es que se produjo una discusión entre el Maestro Kitaura, que no aceptaba que le dieran el cargo, y el Maestro Tamura, quien -además de tener un nivel superior- era el delegado del Aikikai para toda Europa.
Laboirie, Sensei Tamura y Tomás Sánchez en el aeropuerto de Barajas Madrid.
Se celebraron los exámenes y pasaron a primer dan tres franceses y el señor Poderoso de Bilbao, emigrante en Bélgica, donde había practicado el Aikido. Entonces se produjo la curiosa circunstancia de que me pidieran hacer de uke los tres franceses, uno detrás de otro.
Debió ser la primera y la última vez que se ha hecho algo así, porque no he visto ni he sabido que nadie haya vuelto a hacer tres exámenes consecutivos. La verdad es que mi condición física y mi entusiasmo eran extraordinarios. Esto sirvió, además de como nota simpática dentro del grupo, para ganar puntos en mi relación con el Maestro Tamura.
Profesores del curso de Titulación de Judo, Karate y Aikido.
La primera semana del curso de titulación, fue impartida por Kitaura Sensei. Pequeño grupo de asistentes de San Sebastian, Bilbao, Valencia, Granada y Palma de Mayorca.
Kitaura impartiendo la clase.
En el transcurso de la práctica diaria del Aikido, Tomás Sánchez realizaba espeleología. En la Cueva de Saza Cuervo acompañado entre otros de Tomás de Miguel y Luciano Díaz.
En la salida después de la aventura vivida.
En el mes de Noviembre hicimos otra exhibición, en esta ocasión con el fin de promocionar la clase que yo impartía en el Gimnasio Coyrema. Este Dojo era un clásico de los años 60. Tenía profundidad y altura, era diáfano, y sobre el serrín una basta lona de algodón que hacía de tatami, desprendiendo el olor peculiar de los gimnasios de la época.
01-10-71 exhibición en el Gimnasio Coyrema.
Tuve la oportunidad de inaugurarlo como profesor de judo y años más tarde impartir clases de Aikido. Se llenó de público y resultó un evento vibrante, entre la explosión de energía de nuestro trabajo y el entusiasmo de los espectadores.
La boda de Antonio Ponce 1971. Asistimos, Octavio de la Mata, Tomás Sánchez , Kitaura y Tomás de Miguel con otros practicantes.
1971 Ukemi de Tomás Sánchez en su clase del Gimnasio Coyrema.
Alumnos infantiles de Tomás Sánchez en el citado gimnasio.
Diciembre 1971 alumnos del Gimnasio Coyrema.
Licencia de Judo de marzo del 1969.
Carnet de kyus de Judo.
Carnet de kyus de Aikido.
Así cerrábamos un año repleto de actividad, entre los cursos y las clases habituales, que sumaron muchas horas de práctica de Aikido. El hecho es que con todos estos episodios se iba reafirmando el Aikido en España.
Para mí, que gracias a los siete años que llevaba de judo había alcanzado una forma física excelente, supuso un avance en el conocimiento del Aikido. Mi vida iba pasando de Dojo en Dojo. Era “un randori permanente”.
Muchas gracias por compartir todos estos momentos, un fuerte abrazo Sensei Tomas
Mi mejor maestro y mejor persona, con el que inecie este maravilloso arte marcial.
Ahora tengo 52 años y me a emocionado muchísimo ver estas fotos de cuando era niño junto al mejor maestro Tomas Sanchez. Gracias